La violencia en las aulas

La semana pasada nos sorprendió la noticia de la muerte de un profesor de instituto por un alumno que entró en el aula con varios materiales de ataque como una ballesta, un cuchillo y una granada de elaboración casera. Esta, no la llego a explotar porque el profesor de educación física le tranquilizó hablándole de forma pausada consiguiendo que toda la ira se redujera totalmente a través de un abrazo.
¿Que le pudo pasar a ese niño?
Según los expertos fue un brote psicótico a través del cual el niño perdió el control, sin embargo, algunos de los compañeros explicaron que en su mente estaba la idea de ir al ejército y cuando regresara de él acercarse al instituto para matar a una lista de profesores que tenía en mente.
Así mismo algunos psicólogos comentan que la violencia a la cual están expuestos los adolescentes a través de los videojuegos, películas e Internet es excesiva desde su infancia. Juegan muy poco en la calle y como muchos padres trabajan sus hijos se quedan solos mucho tiempo ante estas pantallas presenciando todo tipo de violencia.
Por lo tanto, en mi opinión, considero que debemos cuidar mucho a los niños pequeños de contemplar tanta agresividad y nosotros adolescentes, tener responsabilidad y no abusar de todo este tipo de ocio que nos ofrece la sociedad buscando maneras más saludables de divertirnos. 

EL MAR MUERTO

Con este título quiero comenzar a relatar los acontecimientos que están sucediendo los últimos tiempos en el Mar Mediterráneo. 
Se trata de embarcaciones con decenas de hombres procedentes de Eritrea, Somalia y Siria, entre otros, que a través de Libia intentan alcanzar las costas europeas huyendo de las guerras y la hambruna que en su país de origen tienen lugar. Este fin de semana, concretamente, 950 personas han caído al mar por intentar alcanzar un barco de salvamento que se aproximaba a rescatarlos, es decir, se inclinaron todos al borde de la barcaza para salvar su vida y de repente, está se dio vuelta y cayeron todos al mar. Este hecho ha tenido lugar en las costas italianas siendo Lampedusa la isla de acogida de los inmigrantes rescatados. 
¿Qué podemos decir de estos sucesos trágicos acaecidos en la frontera de una zona rica como Europa? 
En España también suceden cosas similares en Ceuta donde cada vez se elevan las alambradas hasta límites insospechados. Pero resulta que el hambre es más poderoso que los impedimentos que nosotros ponemos. Sus economías en los países de origen están devastadas. De África hemos extraído todo para nuestro bienestar y ahora ellos vienen a reclamar la parte que le corresponde.
¿Qué ha pasado con sus recursos naturales, sus minas de piedras preciosas y de más riquezas?
Pues sencillamente hemos explotado todas y cada una de las fuentes de riqueza africanas. Resultado de esto añadido a los conflictos bélicos es la masiva huida a una zona que transmite prosperidad.
En esta situación de desesperación las mafias hacen también su agosto, pues los traficantes cobran dinerales por llevar a las costas de Libia gente de toda África en viajes que duran meses e incluso años. Hombres mujeres y niños se arriesgan a una aventura que puede tener un mal final pero que si no lo hicieran el resultado puede ser parecido en los países de procedencia debido también a las guerras. Se trataría entonces pues, de refugiados políticos.
No es de extrañar que ante esta fosa común en la cuál se ha convertido el Mar Mediterráneo su nombre puede ser sustituido por Mar Muerto.